Que vivo en pisos oscuros y tengo dos mil razones para olvidarme de todo...
Días fríos, días grises, luz de foco, hojas blancas. En la planicie, mis ojos no se acostumbran a la tangente infinita. Bloques de piedra marrón, no llega el sol, no proyecta sombra. Y ese absurdo ciprés de líneas verticales.